scanner y colección Thabeat ValeraAlgunos humanos, ingeniosos y apañados, se comunican con poesías disparatadas y sus únicas actividades son jugar con una cuerda y sacar punta al tallo.
Roy Arden, 1957, Vancouver, es la delegación de la fotografía realista poética; sin el mamoseo. Y lo mismo ocurre con el rictus calavérico de sus paisajes
, interesado en cómo surge la alegoría de lo real. Más esotéricos resultan otros símbolos, como las maquinarias al aire libre.
Roy Arden ha añadido a su furiosa fotografía una carga de moralidad, y el símbolo por excelencia de la cultura burguesa, cuyo contenido podrido representa el arte decadente que los humanos expresaron con su rechazo a la propia naturaleza.