DAVID SCHMIDLAPP


scanner, colección y entrevista por Thabeat Valera
Imágenes cedidas por David Schmidlapp


Pero dejemos por ahora el futuro y echemos un vistazo a este tipo que tenemos delante, el cual nos parece digno de un juicio favorable, incluso por parte de ese grupo de lectores que, por un exceso de amor, critican severamente TODO.

¡Y tenían razón! Las revistas de ahora no son importantes. Tambien muchos lectores han lamentado la ausencia de algunos grandes autores. Y aquí que esta entrevista aparece como el auténtico protagonista del relato. Os recomendamos una atenta lectura de este relato que, con verdadero estilo cinematográfico, en una secuencia dramática de imágenes violentas, recoge la desesperada revelión de David Scmidlapp: fotógrafo, director de cine, editor, escritor...

Y el gran creador del primer informe a pié de calle, IG TIMES. Phase II: La punta de la lanza; uno de los TRUE BURNERS más significativos. Cinco años de zine al frente. Las mejores chapas de las líneas de metro de NY; como la parte más representativa de esta cultura. La única revista especializada por aquel entonces. Soledad. Quizás –con todo esto- el control es aun más fuerte.

¿Cómo comenzó el IGTIMES?

La cultura del centro de las ciudades es una fuerza muy creativa. De una manera u otra nosotros, la infraestructura de medios, vivimos de ello. Cuando empezó IGTimes, entre 1983 y 1984, el writing había estado floreciendo en los metros por más de una década. Al principio no había necesidad de ningún medio de comunicación; el arte fue su propio medio. Esa era la belleza y la visión: una obra que viaja, la visualización de un alfabeto etéreo, reclamando una reacción inmediata en la represiva (y deprimente) ciudad. O lo amabas o lo odiabas. Aquellos que lo odiaban, las autoridades, eran un chiste.

Les faltaba visión, y la sociedad en su totalidad cayó en ese típico estupor. A principios de los años ochenta, la ciudad entera estaba bombardeada. Cada chaval era un escritor, y la mitad de los artistas del centro de la ciudad tenía cierta afinidad con esto. Las galerías de arte acertaron sobre cómo venderlo, y bailaron para arriba y para abajo como si lo hubiesen descubierto. Los libros y las películas comenzaron a salir. El hip hop ahora se vendía y el chico malo que era el graffiti era uno de sus elementos. IGTimes era una respuesta hacia todo esto. Es gracioso que cuando el fenómeno mundial del writing estaba en plena marcha, antes de 1989, y estas otras publicaciones comenzaron a aparecer, el arte en el metro de Nueva York estaba básicamente muerto. Las autoridades finalmente habían descubierto cómo mantenerlo fuera de la vista. Si el mundo corporativo hubiese podido comercializarlo con éxito, la ciudad de
Nueva York se habría convertido en una ciudad turística una década antes de el 11 S.

¿Existía alguna influencia o referencia en el campo editorial que sirviera de inspiración para publicar la revista o que tuviese relación con su visión?

Yo era hijo de los 60. Me molaban los periódicos underground de esos tiempos. Yo vendía el fanzine hippie local y, de vez en cuando, el periódico de los Black Panthers en las calles de una ciudad universitaria radical en el medio Este. Yo tenía un toque gráfico.
Nunca me molaron los comics, pero no podía parar de mirar fotografías y me encantaba recortarlas y el recrear algo nuevo. Poco sabía yo que mi estética hippie de collage tenía raíces en el Dadaísmo…

A mediados-finales de los años setenta hice algunas paginas fotográficas en un semanal de arte en el centro de Nueva York. Fue la manera en que conseguí que se publicaran mis fotografías. Mi propio diseño de página con mis fotos y palabras: observaciones públicas y visiones personales. Los editores lo adoraban y a mi se me reconocía por ello. El periódico fue comprado y vendido y al final fue adquirido por otra empresa. Tan sólo era una cuestión de tiempo que comenzara mi propia publicación underground. Permitidme otra referencia. Cuando estaba buscando un nombre, el notorio fanzine underground de Londres IT me vino a la cabeza. La letra G se metió en el medio. La “G word” cambió con el paso del tiempo pero las palabras "International" y "Times" permanecieron.

¿De qué manera acabaste conociendo a Phase 2?

Yo formaba parte de esta escena del downtown haciendo presentaciones de diapositivas en clubs y garabateando mensajes en paredes. Había una polinización cruzada de la cultura, del centro de la ciudad y del uptown, en los clubs y las galerías así como en las calles de Nueva
York.

Hacía ya una década que me llevaba molando la escritura en el metro, pero aun sabia muy poco de su funcionamiento interno. Cuando prendió este nuevo interés en el downtown, yo sabía que había una publicación que nacería. Pensé que mis lectores serían una audiencia guay del centro, los que responderían a mi sátira y collages troceados. Pero puedes dar por hecho que después del primer volumen, los escritores empezaron a aparecer. Necesitaban un foro en este nuevo entorno cultural. Los escritores más jóvenes, cuyas creaciones con aerosol se podían ver, necesitaban sus fotos publicadas porque fueron omitidas de los libros y las revistas de arte habían proclamado la muerte del subway art. Los primeros escritores de los años 70, los pioneros e innovadores, también tenían una historia que contar. Las galerías de arte ya habían elegido su establo de artistas y estaban arrinconando el mercado. IGT se convirtió en una publicación de escritores, una critica de la cultura.

Phase 2, apareció en una entrevista. Fue publicada en el segundo volumen. Si uno no sabía quién era, se sentía estúpido después de conocerle. Era su forma de integridad y autoridad: un creador de un movimiento. Él estaba acostumbrado a que estos tipos del downtown le manipulasen sus palabras en slang del ghetto. Yo creo que él se sorprendió de que pudiese corregir lo que transcribía de sus palabras. IGT estaba a su servicio. Él todavía hacía sus "flyers" de hip-hop. Después haría algunos "burners" más en el metro y tendría una exposición dentro del año siguiente. Me imagino que él seguía el fanzine y que sabía que en él siempre habría un foro para la cultura. Antes de1986, al empezar el octavo volumen, la colaboración comenzó.

Nos gustaría saber la forma en que trabajabais juntos…

Phase es un maestro del collage. Él promovió el hip hop visualmente en el mundo con flyers para aquellos primeros eventos. Debo referirme también a Buddy-Esquire y a Cowboy por esta actividad…

Además, más importante que aquello fue su influencia en la cultura de la escritura del aerosol y de la cultura del b boy en general. Él es un formalista, puro y simple en el término de la estética: sólo fuerza y poder. Yo, por otra parte, fui absorbido por esta cultura, por la cual tenía un respeto máximo, con un sentido de la ironía y la crítica. Simplemente conectamos. IGT se convirtió en la tercera mente. IGT podía representar la fuerza de la cultura del aerosol y la unidad de la juventud en todo el mundo. IGT podía gritar a los perpetradores y las debilidades de los seguidores. IGT podía satirizar la globalización de la cultura del consumidor. Somos hermanos de otro planeta.

Estéticamente, IGT se convirtió en la madre del cordero por sus collages próximos al dadaísmo, y su heterogénea actitud; principal característica. Todo un referente para cualquier escritor de aquella época. Hemos visto crecer a revistas europeas de graffiti en formato zine como 14k y Overkill, para comprobar como tomaron de ejemplo a IGTimes. A día de hoy, la publicación de culto esta a la orden del día; tiradas limitadas para convertirse en pieza de colección. Atrás quedó medir la riqueza de una revista por sus ventas. Todas ellas mantienen claros y evidentes símiles estéticos.

Cuéntanos la experiencia de ver vuestra revista cruzar el charco y su expansión.

El mundo entero siempre fue parte de la visión. En 1984, la juventud del resto del mundo no había empezado con la lata de aerosol. Si, ya se que el “graffiti” ha existido desde que alguien levanto una pared. A mediados de los 80 yo estaba viajando por Europa y la costa oeste haciendo mis performances con diapositivas. Donde quiera que fuera, observaba las calles. Había un montón de garabatos de escuela de arte, logos de punk rock, y gritos políticos. Y había los murales étnicos y de gama alta. Pero el asalto del aerosol al alfabeto occidental había apenas comenzado. Yo siempre llevaba conmigo el IGT, colocándolo en las tiendas hipe de periódicos y publicaciones, y los repartía entre la juventud en barrios de clase obrera inmigrante, y donde quiera que me enterara que había una creación primitiva con aerosol, estaba inspirada por Nueva York. Por 1986 la circulación de IGT era tan grande fuera de Nueva York como dentro.

Cuando los otros fanzines (14k, Ghetto Art, Graphotism, True Colors) comenzaron a aparecer teníamos comunicaciones directas y hacíamos intercambios. Siempre pensé que un sindicato habría sido cool. Como en el siglo 19: movimientos internacionales de trabajadores. Pero antes de darse cuenta, había cientos de publicaciones desde Timbuktu hasta aquí. La mayoría nunca había oído hablar de IGTimes. IGT marcó el estándar del estilo mundialmente, a pesar de todo creo que las críticas o la sátira nunca gustaron. Sí, se nos conocía por ello y también se nos amaba debido a ello. Pero aun así, lo pagamos caro.

Constantemente nos bloqueaban la distribución. Demasiado político, demasiado crítico. La era digital finalmente nos enterró. Toda la mierda es información. El autoengaño era el nombre del juego. La cultura se había convertido en consumismo o vandalismo. Hay demasiados veinteañeros sabe-lo-todo. La moda se convirtió en el último refugio del arte. Como tú dices, IGT es un artículo de coleccionistas y Nueva York es una ciudad de turistas.

Los geniales cortos de “SUPER Subway Series” son tus obras más recientes. Vuelves a golpear con tus últimos video collage firmados como IGTimes; el original…

Eso es una cosa que es y siempre será, "theIGTimes, the original"... He estado fuera del tema por un tiempo. El libro Style apenas fue distribuido en los EE.UU. y apenas está en impresión en Europa. Necesitamos conseguir un nuevo editor. Es importante continuar mi asociación con Phase2, Riff 170, Tru222 y otros. Este "Super Subway Series" vino debido a todo el hype de los candidatos presidenciales, me recordó a tiempos pasados. Estoy juntando el archivo y estoy buscando patrocinadores. Hay proyectos y productos que producir. Ya no hay una cultura del centro de las ciudades. Solo hay el mundo exterior.

La memoria sirve para preservar los orígenes…. Sin memoria no hay camino. Por otro lado, vivir de revivals produce una parálisis mental para la evolución. Son dos puntos distintos de proceder. Luego está, “experimentar”. Cuéntanos como procesas el mantener unidos esos dos polos… ¿Es un enfrentamiento, o por lo contrario, una ventaja –grado-?

Soy autodidacta en mi oficio. Me gusta decir: "nunca fui perdonado por no tener una educación artística”. Me inspiró por primera vez una mera imagen de un fotógrafo. Cometí muchos errores técnicos: me fallaba la sincronización. Mi trabajo naturalmente me llevo a la experimentación. Cómo hacer de una mala foto la mejor foto. El collage, montaje, proyección de diapositivas (mi manera preferida de presentar mi fotografía)… Todos estos post-tratamientos de imagen desarrollaron un estilo, mi retrazo y mímica de la memoria.

Andy Warhol, Mick Jagger, Muhamad Alí y, sobre todo, Burroughs… Cada primer plano de tu extenso abanico fotográfico tiene algo de la jungla descrita en esa obra maestra que influenció, no solo a la Beat Generation, sino a millones de lectores. Hablo de ese libro tan esencial: El Almuerzo Desnudo de Burroughs… No voy con interlineados. La contracultura tiene esa unión de rasgos. ¿Cual es tu particular visión del propósito de esas cenas? ¿Hasta donde te marcó?

Eh, yo soy una criatura de los sesenta y madure a finales de aquella década. Estos eran los 'anti-heroes' culturales de esos tiempos. Mi atracción era primitiva. Me acuerdo de haber visto la foto en la portada de Time Magazine donde aparece Andy Warhol de “macho” con una cámara fálica Bolex y un delgado Edy Shewig. Yo tenía quince años y quería ser cineasta y sobarme la polla. Era totalmente inconsciente de los códigos homosexuales, la decadencia de la droga, y hasta de las sensibilidades estéticas de esas imágenes. Mick Jagger, "I can't get no satisfaction"… ¡Qué época tan perfecta para ser adolescente!

A finales de los años sesenta éramos unos monstruos contra-culturales. La juventud del mundo entero pensaba que el mundo caería en nuestras manos. A principios de los setenta sólo hubo una leve posibilidad de que no fuésemos los creadores del consumismo. Nueva York era la ciudad más antiamericana, más americana. Ciudad Esquiva (Dodge City), donde los banqueros habían huido. Estos iconos caminaban entre nosotros. No necesitaban guardaespaldas o escoltas.

Cuando Victor (Bockris) me pidió que colaborase en restablecer su archivo de foto y cintas de audio en 2000, me sentí bien por ser de otra generación. Yo no retraté estas fotos; pero yo crearía nuevas. Yo no estaba allí; pero reaparecí en el tiempo.

Cuando entrevisté a Laure Klarwein para el amplio reportaje de Mati Klarwein; ella nos comentaba la nueva mudanza –en los 70- del estudio Mati en el “Union Square” de Nueva York. Eran unos lofts donde acudían toda clase de artistas: pintores de la talla de Dalí. Escritores de la BeatGeneration o músicos como Miles o Hendrix. En esos mismos lofts del Union Square; estaba el de Warhol… Victor Bockris ha escrito mucho sobre esa etapa de los 70… Que se aprende de un auténtico escritor como Bockris, en tu colaboración: Bockris-Schmidlapp… Cuéntanos como funcionabais…

Bockris y Schmidlapp son la misma generación. Cuando Victor vino a
Nueva York a principios de los años setenta, era un poeta y editor de pequeños libros. Un dandi con un corazón de punk. Un notorio pillo en la escena. Un aprendiz de Warhol, que siempre cargaba su grabadora de audio y su cámara.

NYC tenía una escena vibrante. De los setenta entrando en los ochenta. Polución cultural cruzada de todo tipo. Un lugar abierto y muy barato. Nuestros caminos se cruzaron. A Victor le gustaban mis presentaciones de diapositivas y películas. Victor Bockris se convirtió en biógrafo con su biografía de Warhol, que coincidió perfectamente: Andy murió de repente en 1986 justo antes de que Victor la hubiese acabado. Yo hice una instalación de diapositivas para el lanzamiento de su libro sobre Keith Richards en 1992. A finales de los noventa, me pidieron hacer una interpretación visual de sus charlas la fotografía de ambos. Lo último que era es un fotógrafo buscando celebridad. Mi fotografía a través de mis presentaciones era una cuestión diferente. Había aprendido como soñar el tiempo.

Una cosa condujo a la próxima y después una colaboración con esas fotos. Nosotros los llamamos foto-tapices, un recuento de un acontecimiento cultural. La gente cree que yo soy el elemento visual. Yo diría el “toque visual”, la ejecución digital. Victor es muy visual conceptualmente. Simplemente coincidimos y dejamos que la tercera mente asumiese el control. Un distribuidor de arte una vez intento desacreditar estos tapices. "No son arte, son demasiado gráficos. Intenta ponerlos en una revista". ¡Qué razón! Nosotros somos tejedores medievales sin una revista.

Lower East Side o Fuera De Camara (Manhattan 1973-2001). La desaparición. En toda gran ciudad, los políticos quieren borrar la identidad generacional de sus ciudades. Hay una transformación evidente.

Todos vinimos a grandes ciudades en los setenta en la antigua tradición del vagabundo. Vinimos porque estaban descuidadas y golpeadas. Si, nosotros éramos nómadas culturales que dimos valor a la propiedad, visión a las empresas, y renovamos el deseo en el ambiente urbano. La gente joven hoy viene a las grandes ciudades del mundo, a la cultura del consumo. ¿Dónde están las tierras olvidadas del siglo 21? ¿Las oportunidades de la creación? No te preocupes, estarán justo enfrente de nosotros. Algunos de nosotros seremos demasiado viejos. Pero los críos seguirán siendo críos cuando el mundo implosione.

¿A día de hoy, qué te hace sacar la cámara de nuevo? Las visiones de crear y experimental… En las fotos; ¿buscas la esencia o manipular la realidad?

Me llevó un rato alcanzar a la era digital. Es demasiado inmediata. Tuve que equilibrarlo con retrazar el pasado, usando las herramientas digitales para editar mi diario fotográfico, el libro Off-Camera y mis foto-presentaciones del pasado y películas.

Pero cualquier observación publica y visiones privadas te conducen directamente al presente. Me fascina que no importe como lo empaquetan, desarrollan y lo venden. Nueva York y la mayoría del mundo permanecen machacados. Cuesta más caminar por la calle pero si paras simplemente y miras a tu alrededor y haces una foto… La previsión deja de ser intuitiva. Es proceso. ¿¿Esencia?? ¿¿Manipulando la realidad?? ¡¡Venga!!

Todas tus piezas mantienen un comprometido espíritu social y casan con los aspectos más enriquecedores de la contracultura. Circulas atrincherado como un nómada artesano. Un hipster de verdad, de los de antes, de morfina.

Honestamente, es algo que logre por el camino. La gente siempre me decía que era demasiado tímido e ingenuo para llegar a cualquier lado. Yo pensaba que siempre necesitaba vagar más.

Tu genial apartado de “Artista Fracasado”. Háblanos de los artistas que no se atreven a dormir en vertederos… ¿Error de Artista?

Me tengo que reír. Esta doble traducción es verdaderamente poética. Nuevos espacios son rellenados con nuevos significados. Ningún artista en 1980 en NY quería ser un artista fracasado, pero los errores de artistas abundaban… A mi novia y a mi nos encantaba dormir bajo las estrellas. La ciudad como naturaleza, antes del hombre blanco, era piedra y pantano. Perfecto para libaciones de verano, cazar ostras, y ritos sexuales. Vertederos (si, un tiradero) ha sido la norma (tiva) para crear propiedades inmobiliarias en la ciudad de Nueva York. El vertedero de Battery bordeaba el World Trade Center, cuál todavía era medio ocupado en su segunda década. La seguridad no se había convertido en economía. Estas narrativas disyuntivas continúan cerrando el espacio entre la ficción y la visión y la realidad.