KAREL APEL


scanner y colección Thabeat Valera

La obra de Karel Apel (Amsterdam, 1921), provocó un revuelo en el mundo artístico de los años cuarenta y cincuenta. Appel se hizo famoso por su lema: yo simplemente pintarrajeo, una declaración de las que los sorprendidos críticos de arte holandeses del momento se apoderaron y utilizaron como arma contra el arte moderno. Appel, un auténtico individualista dentro del grupo CoBrA, nunca prestó demasiada atención a los escritos teóricos y a los panfletos de Constant y Dotremont. Para él, la incitación a la expresión directa en un cuadro fue siempre más importante que el análisis marxista de la cultura occidental defendido por el ideólogo del grupo, Constant.



De todos los miembros de CoBrA, él fue el que expresó con más fuerza la llamada a las armas de CoBrA del año 1948: Un cuadro ya no es una construcción de colores y líneas, sino un animal, una noche, un grito, una persona o todo esto al mismo tiempo. Después de la disolución de CoBrA, tanto en París -durante los años cincuenta- como en New York – a partir de 1972-, Appel fue capaz de mantener el acercamiento instintivo al tema. Según Appel, sucede así: estás delante del lienzo. Tu mano tiene lista la pintura. Mi mano se acerca , mis ojos comienzan a transformar la tela y, cuando la toco, recibe vida. Entonces empieza una lucha para armonizar lienzo, ojo, mano y formas.



Una reciente retrospectiva de su obra, organizada por Rudi Fuchs en el Museo Principal de La Haya (1990), demuestra claramente cómo, tras casi medio siglo de pintura y escultura, Appel todavía desarrolla los principios de CoBrA. Appel ha pintado dos murales en Stedelijk Museum, uno para el restaurante (1956) y el otro para el llamado Appelbar (1951).