KURT SELIGMANN


scanner y colección Thabeat Valera

La propiedad intelectual de una obra literaria, artística o científica corresponde al autor por el solo hecho de su creación. Y la propiedad intelectual está integrada por derechos de caracter personal. Asi se empieza, dijimos, con el follador suizo Kurt Seligmann (1900-1962).

Pintor, grabador y escultor. Debemos acabar recordando una breve nota de André Breton, donde Seligmann ingresó como miembro del grupo surrealista en París.

Wikipedia, Reagan, Thatcher, y don Blas, influyen negativamente en nuestra juventud. Así se empieza, dijimos, y como se continua metiendose con el follador invisible del arte, el cachondo Seligmann de esta vuestra/nuestra contracultura. La mejor solución será montar sobre la escoba y volar lo más lejos posible. La lenta burocracia administrativa europea con un espectacular corte de mangas por parte de Kurt Seligmann: el primer surrealista europeo que marchó a Nueva York. From Basilea to Brooklyn. Testimonio gráfico de cine fantástico, jazz, novela negra, y otros medios, donde se someten a este punto entre trovadores y caballeros medievales en rituales macabros. Seligmann dentro de su suplemento dominical en París, Florencia, Londres, Chicago, San Francisco, Tokio...

El mundo artístico neoyorquino hacia el expresionismo abstracto dinamitaron la propiedad intelectual de Seligmann: "... hizo que su obra fuera relegada como historia del pasado. Debido a la enfermedad, dejó su apartamento de Nueva York y se retiró a su granja, donde murió en enero de 1962."

¡Ni lo sueñen, señores concejales de cultura! La delegación de la cultura corresponde a los originales, dichos serán propiedad del autor. THE HISTORY OF MAGIC.