CHUCK CLOSE


scanner y colección Thabeat Valera

¿Qué dirección de luz es ésta? ¿Qué calidad? ¿Qué contraste? No se trata de fundir y difuminar hasta el extremo que todo pierda consistencia, con la sensación de un todo amorfo, diluído, como si estuvieran en ese primer estado de valoración, cuando aún no se ha trabajado el acabado final. Enténdase a Chuck Close, 1940, Washington. Luz frontal lateral, contraluz y desde arriba. Y la atmósfera, el aire, la profundidad. Un pulverizador, retazos de tela, cuchillas, y una goma de borrar montada sobre una máquina taladradora; su Gran Autorretrato, 1968.



En 1973 expone en MOMA. Utiliza pintura tan diluída en el pulverizador que los ocho cuadros se realizan con un único tubo de acrílico negro. Todo es artesanal, incluida la idea del papel gris hecho a mano en 1982. Trabaja todos los contornos, incluso los que quedan dentro la caja del modelo. Close ofrece un contorno que es el propio, como el pelo que tiene el cuerpo por fondo. Close conoce bien el oficio para no quitar más de lo que impide verla, la pintura, pues el peligro está tanto en quitar poco como en quitar demasiado.