ANTONIO ZORAN MUSIC



scanner y colección Los Valientes Duermen Solos
ANTONIO ZORAN MUSIC (Eslovenia, Girizia, 1909-Venecia, 2005) 
EL PAISAJE DESÉRTICO QUE ES LA VIDA

“En 1935, Antonio Zoran Music estaba en Madrid, visitaba asiduamente el Museo del Prado y, aunque estudiaba atentamente la obra de Goya, se dejó fascinar muchas veces por El triunfo de la Muerte, de Brueghel el Viejo: lo terrible es que pocos años después, en Dachau, el pintor pudo contemplar escenas muy parecidas a las del cuadro de Brueghel, tan diferente a los dibujos de Zoran Music, bajo lo que el artista podría haber escrito, como Goya, "yo lo ví", y que son, en realidad, sólo un pálido reflejo de lo que realmente pudo contemplar; íntimos, cercanos, dice Jean Clair que representan "lo inmediato y lo irremediable", son dibujos contra el olvido, y sobrevivieron, como el propio artista, con grandes dificultades; atentos al detalle, eluden la visión general, ya había constatado Felix Valloton, en 1915, que la guerra no puede pintarse, sólo sus efectos. Los dibujos de Zoran no son como los cuadros rememorativos de Boris Tasliztky, una de las muchas formas de realismo presentes en la posguerra europea; por eso Zoran nos enfrenta, de manera silenciosa, al horror, en lucha sorda contra el olvido que aterraba a los supervivientes, así lo ha contado Prime Levi. Las imágenes se erigen contra el olvido. La barbarie ordinaire es el título que Jean Clair ha dado recientemente a su libro sobre Zoran Music. Una conversación entre Zoran Music y Kosme de Baraño, en Zoran Music: el hombre sin territorio (obras 1945 - 1993). Palabras de Zoran Music: "Toda mi pintura ha girado en torno a un solo tema: el paisaje desértico que es la vida”. La obra de Zoran Music (Eslovenia, Girizia, 1909-Venecia, 2005) se trata de una pintura que construye, mediante la expresión y representación, sin concesiones de la soledad del destino, una de las poéticas más intensas sobre la fragilidad y el desamparo existencial que se apodera del ser humano tras la Segunda Guerra Mundial. Zoran Music comienza a dibujar clandestinamente en Dachau un largo centenar de dibujos: hombres ahorcados, hornos crematorios, cadáveres troceados, pilas de cadáveres amontonados a las puertas del Infierno, que crea por una necesidad de plasmar todo lo que estaba viendo, legándonos un documento único para la historia del arte. Posteriormente pintará paisajes de la Toscana y de Venecia, donde residía, para retomar, en 1990, la inspiración de la tragedia que suponen la deportación, la guerra y la violencia. Sus últimas series, protagonizadas por la figura humana, con cuerpos desnudos y desgarrados simbolizando la soledad y la meditación, pusieron de manifiesto el poder creativo de Music, obsesionado con su visión de la deriva del ser humano hacia la muerte."