FRANCIS BACON


scanner y colección Los Valientes Duermen Solos
FRANCIS BACON (Dublín, 1909 - Madrid, 1992) 
REALISMO VIOLENTADO

"No es extraño escuchar referencias a la pintura de Francis Bacon clasificándola como expresionismo. Igualmente, pocos calificativos molestaban tanto al pintor británico como este, todo y que es cierto que nunca fue una persona que se sintiese cómoda con adjetivos e interpretaciones a su pintura. El expresionismo supone la proyección de las emociones y los pensamientos del pintor en determinadas deformaciones y acentuaciones de la obra; es, entonces, un arte idealista, que transmite un mensaje sobre el significado del mundo, de la misma manera que la exageración de los rasgos fisiológicos en una caricatura transcribe una determinada idea previa del personaje retratado. La obra de Bacon tiene en común con los diferentes expresionismo del Arte moderno la violencia del gesto pictórico y el efecto inmediato, de choque, que persigue en el espectador, pero sólo se podría considerar expresionista en un sentido muy genérico. Él mismo resumía el objetivo de su pintura como un intento de atrapar la apariencia con el conjunto de sensaciones que esta apariencia concreta le suscita. Por eso apuesta decididamente por la figuración y, más concretamente, por la representación de la figura humana como tema fundamental único. La distorsión de la figura en sus cuadros obedece a razones diferentes de la de los expresionistas; lo que busca es burlar las rutinas de la mirada, representar la experiencia vivida evitando las convicciones asociadas a la percepción para que, de esta forma, pueda poner al espectador en condiciones de valorarla. El objetivo es distorsionar el punto de vista del espectador, ejerciendo un efecto de catarsis parecido al que buscaba la tragedia griega, y superar las barreras que la separan de la inmediata de la experiencia. El adjetivo que cuadra mejor con la pintura de Bacon es la de realista,  una clasificación que ha menudo se utiliza con demasiada alegría. Evidentemente, realismo no quiere decir, en este caso, representación descriptiva o imitativa - lo que Bacon solía definir como ilustración-, actitud de la cual se sentía tan distante como de la pintura abstracta, sino fidelidad a la experiencia vital como a tema fundamental del Arte. De la misma manera que Gustave Courbet, el padre del realismo pictórico a mitad de siglo XIX, Bacon persigue representar fragmentos de realidad -no comentarios sobre esta- con los medios que la pintura pone a su disposición. La diferencia es que, en la segunda mitad de siglo XIX, el arsenal de medios de la pintura es más grande que aquel con que contaba Courbet cien años atrás, y los criterios naturistas o imitativos ya no son suficientes. El realismo de Bacon es, por tanto, radicalmente moderno, y su punto de partida, abiertamente reconocido por el pintor, es obra, que a veces bautiza de surrealista, del Picasso de finales de los años veinte. En la trayectoria de Bacon cabe resaltar sus etapas: Mito y tragedia. Figura y espacio. La carne violentada. Figura y movimiento. Retratos. Autoretratos. Dípticos, y Trípticos."