PIERO DELLA FRANCESCA

















scanner y colección Thabeat Valera

Piero della Francesca (Borgo San Sepolcro, 1414- 1492) ya había demostrado su talento como pintor cuando, en 1432, se le describe como "pictor" asistiendo al maestro Antonio di Giovanni, de Anghiari.  Piero della Francesca había trabajado con Domenico Veneziano en un ciclo consagrado a la vida de la Virgen en la iglesia de San Egidio a partir de 1439 (estas pinturas ya no existen), y más tarde pintaron juntos en la sacristía de la iglesia de Loreto hasta 1447. Se ha comentado mucho su asociación con el fin de intentar explicar el estilo de Piero della Francesca, pero podemos afirmar hoy que no era su ayudante. 





















Lo que subsiste de su trabajo de la época de su madurez se limita prácticamente a encargos procedentes de los Estados pontificales y sobre todo de mecenas principescos o pertenecientes a hermandades. También estaba dispuesto a aceptar proyectos provenientes de su entorno, como la célebre Madonna del Parto, pintada por Monterchi, ciudad natal de su madre, el Bauptismo del Priorato de San Juan Bautista en Borgo de San Sepolcro, la Resurección para su palacio municipal, o el retablo de la Hermandad de la Misericordia. Este último se le encargó en 1445, pero parece que su colaboración en esta obra fue tan intermitente que no recibió la liquidación de sus ganancias hasta 1462- prueba evidente de la vida itinerante que Piero della Francesca llevaba en esa época.




















Los frescos de la iglesia de Arezzo, considerados la obra maestra de Piero della Francesca, dan testimonio del genio de uno de los artistas más importantes del Renacimiento, que contribuyó a la renovación artística del siglo XV imponiendo una imagen perfecta de la realidad. Estos magníficos frescos, calificados de espectáculo sublime por la crítica, exaltan la belleza a través de la perspectiva, la luz y el color excepcionales que forman el objeto. Desde principios del siglo XX, se han realizado numerosos programas de restauración con el fin de redescubrir la extensísima obra de Piero della Francesca, pintor universal.