SALVADOR DALÍ



scanner y colección Los Valientes duermen Solos
SALVADOR DALÍ  (Figueres, 1904 - 1989)  
SABER MEZCLAR LA VERDAD Y LA MENTIRA GENIALMENTE


"La gran obra de Salvador Dalí  es saber mezclar la verdad y la mentira genialmente, sin dejar que se puedan averiguar sus límites, como señala el Dr. A. Oriol en su libro Mentira y verdad de Salvador Dalí (1948). El hecho de que Salvador Dalí estuviese permanentemente fascinado por la ciencia no podía pasar desapercibido a una empresa como Hoechst, que apoyaba su existencia en la investigación científica y la innovación tecnológica. En Hoechst se conocían las múltiples curiosidades de Dalí… es más, se seguían con simpatía. Con su apetito científico Dalí demostraba que el espíritu Renacentista, capaz de integrar los conocimientos sobre el mundo con la obra artística, era más que un fenómeno florentino. Dalí exclama la inmortalidad de Velázquez, y nos recuerda que en el hombre moderno persiste la vocación humanista. En 1938, Stefan Zweig presentó Dalí a Freud, no sabemos quién quedó más impresionado. Arte y Ciencia se unen a veces excepcionalmente y en ocasiones como ésta tienen muchos motivos comunes para encontrarse. En 1958, cuando Dalí orientaba su curiosidad hacia las leyes de la cinética y a cuestiones de óptica en relación con el arte, la empresa Hoechst Ibérica se atrevió a pedirle algo sencillo pero que hermanaba simbólicamente arte y ciencia en un acto de buena voluntad: ilustrar y enviar un mensaje anual de felicitación a los médicos y farmacéuticos españoles. Durante 19 años, y sin faltar a la cita, la navidad era interpretada plásticamente y comentada con palabras del propio Dalí que aluden en más de una ocasión a conceptos relacionados con la ciencia: astronáutica, antigravitación, hibernación, circuitos impresos, efectos ópticos, microcosmos, etcétera. Educado en un ambiente familiar muy cerrado, propio de la burguesía de provincias, manifiesta un gran interés por el mundo del pensamiento y por la evolución de la ciencia. De muy joven, revela una personalidad intensa, exaltada, sensible, en la que tanto su vida como su obra forman un todo indisociable. Se convierte en una figura estelar del Surrealismo, a pesar de las tensiones constantes con el grupo, Breton afirma  que Dalí encarna el espíritu del Surrealismo y que le da su máximo esplendor. Pero él mismo lo expulsa del grupo.Practica una técnica minuciosa, muy elaborada, en la que generalmente aparecen como trasfondo los acantilados de la Costa Brava y los horizontes del Empordá. Utiliza con insistencia sus grandes temas plásticos. Las muletas, los relojes blandos, las jirafas ardiendo, las cómodas abiertas, las alusiones sexuales, la metamorfosis de personas y objetos. Vive varias depresiones y una crisis psicológica y de identidad intensa, particularmente por lo que respecta a su pintura. Se encuentra en el límite entre arte y publicidad. Se decanta por la opción clasicista y mística. Se aleja de las corrientes de Vanguardia y se convierte en pionero de la recuperación del realismo. Después de un largo periplo internacional, cuando ya es reconocido como figura estelar del arte del del siglo XX, vive un reencuentro apasionado con el paisaje, la luz y los recuerdos de Portlligat, que reaparecen en su obra. A medida que su pintura se hace más formalista y aparentemente pompier, se interesa por las innovaciones de la ciencia y de la técnica. Incorpora elementos del arte óptico y los efectos perceptivos del cinético. Define el arte abstracto como un realismo cuántico y estudia la composición del ácido desoxirribonucleico. Con los libros, mantiene una estrecha relación, tanto respecto a la ilustración de grandes autores de la literatura universal como a los textos autobiográficos relacionados con sus elucubraciones y con sus vivencias. Se interesa por la holografía, que le abre nuevas perspectivas en la búsqueda de la imagen tridimensional. Continua explorando tridimensional mediante imágenes estereoscopias. Todo el mundo le reconoce como un genio. Cualquiera de sus actuaciones se convierte en genial. Los medios de comunicación, los editores, las galerías y los museos prefieren al Dalí actor frente al Dalí creador. Dalí explora su propio mito. Sus grabados, sus carteles, sus joyas y sus diseños para la moda repiten sin cesar los temas que había inventado durante los años treinta y cuarenta. Poco a poco va perdiendo la conciencia. Es trasladado a varios hospitales de Barcelona, pero vuelve a la Torre Galatea, donde muere el 23 de enero de 1989. Está enterrado en el centro del escenario del Teatro-Museo de Figueres.  Su testamento declara como único heredero al Estado Español."